La globalización que vive el mundo actual ha incentivado el uso de la aviación comercial para todo tipo de actividades. Ejecutivos que viajan por trabajo al extranjero, turistas que se van de vacaciones o personas que cambian provisionalmente, o de forma permanente, de domicilio son solo algunos ejemplos donde el avión se usa de forma cotidiana. La figura del piloto adquiere una importancia capital para el correcto desarrollo de cualquier viaje.
La importancia de la figura del piloto en un viaje en avión
Aunque la imagen de un piloto sea la de una persona que solo se encarga de despegar y aterrizar el avión, y de poner el piloto automático durante la travesía, las tareas del mismo son mucho más variadas. Antes de realizar el despegue, este debe asegurarse que el vehículo funcione correctamente y que el plan de vuelo estipulado esté completamente claro. A su vez, debe asegurarse que las condiciones climatológicas previstas para la hora del vuelo sean satisfactorias para poder volar.
La figura del piloto también es la de un líder. Lidera a la tripulación de cabina, incluyendo azafatas y todo el personal del avión. Además, actúa de enlace entre el propio vehículo y la torre de control del aeropuerto. Debe estar completamente atento a sus indicaciones para no cometer un error que pueda resultar fatal. Antes del vuelo, también deben asegurarse de que toda la instrumentación y los controles funcionan correctamente. A partir de aquí, y una vez la torre de control les dé el visto bueno, deben realizar la maniobra de despegue.
La exigente formación necesaria
La responsabilidad de un piloto es muy grande. Tiene a su cargo a un gran número de personas, en un aparato que puede superar los 1.000 kilómetros por hora. Algunos pilotos, especialmente los que se dedican a largas travesías, pasan mucho tiempo fuera de casa. Ser piloto requiere un gran nivel de concentración y calma ante situaciones de riesgo que puedan surgir durante cualquier vuelo. Los controles físicos y psicológicos para poder dedicarse a la aviación comercial son realmente exhaustivos.
Por tanto, una formación exigente y de primer nivel es necesaria. One Air escuela de pilotos de avión cuenta con el certificado ATO 190 y está autorizada por AESA para realizar la formación de pilotos y poder sacar al mercado laboral personas de primer nivel.
Sus funciones como piloto no acaban aquí. Durante el propio vuelo, el piloto debe estar atento a las indicaciones de la torre de control por si fuera necesario un cambio de rumbo para no coincidir con otra aeronave. También será el encargado de comunicar a los pasajeros el estado del vuelo, así como las recomendaciones relativas al cinturón de seguridad en caso de que haya turbulencias o esté cerca la maniobra de aterrizaje.
Cuando se acerque al aeropuerto de destino, deberá comunicar a la torre de control el permiso para aterrizar y finalizar el viaje. Una vez en tierra, el piloto redactará un informe evaluando el vuelo y las posibles dificultades que hayan podido surgir. Una figura dura, pero importante en el panorama actual.